
Esta técnica decorativa se desarrolla desde la Prehistoria y actualmente se aplica al arte popular tradicional en muchos lugares del mundo. Consiste en cortar a bisel, mediante utensilios cortantes o puntas de punzón, la arcilla de la vasija, y extraer la pasta sobrante, siguiendo un esquema figurativo. Mostramos, a modo de ejemplo, una vasija de la Edad del Bronce, procedente del Cabezo Redondo de Villena (Alicante). Se reconstruyó a partir de una serie de fragmentos del borde, el cuerpo y la base. Presenta una decoración en relieve, de línea en zigzag entre dos líneas horizontales, obtenida mediante vaciado o extracción de la pasta.