El insustituible vidrio

Nos unimos a la conmemoración del año internacional del vidrio declarado en 2022 por Las Naciones Unidas.

Nos unimos a la conmemoración del año internacional del vidrio declarado en 2022 por Las Naciones Unidas. Este elemento es, según los diccionarios, una sustancia amorfa, transparente, dura hecha de una fusión de sílice y potasa fundamentalmente. Se trata de una especie de mineral artificial cuyo más parecido en la naturaleza es el cuarzo traslúcido. Después del plástico es una de las materias artificiales más utilizadas en el planeta. Modelado en recipientes, láminas transparentes y multicolores, tiene muchas propiedades como barrera protectora frente a la suciedad, patógenos, ruido, y permite la entrada de la luz. Para colmo de beneficios, el vidrio es reutilizable y reciclable. Los expertos nos dicen que no hay que confundir el vidrio con el cristal, un derivado del primero.
Lo cierto es que al buscar el origen se confunden ambas materias en la remota prehistoria. Por un lado, algunos autores atribuyen a los artesanos de Mesopotamia el invento de una sustancia similar que se utilizaba para fabricar amuletos y adornos. En cambio, Plinio el Viejo decía que fueron los fenicios, los que por azar lo descubrieron.
En siglos pretéritos, el vidrio se hallaba restringido tan solo a la fabricación de caros adornos, anteojos ópticos, frascos de perfumes y farmacia, vidrieras religiosas, y escasos cacharros de cocina. A finales del XIX, con la introducción de métodos industriales que abarataron su producción, el vidrio empezó a proliferar en los hogares corrientes. Hasta entonces, la gran mayoría de ventanas y balcones se hallaban privados del mágico aislante, solo al alcance de algunos adinerados. El Vinalopó en general y Villena, en especial, tiene una antigua relación con el vidrio. A fechas remotas pertenecen las cuentas de pasta vítrea del poblado prehistórico de Cabezo Redondo, así como las del poblado ibérico del Puntal de Salinas, y la del asentamiento romano de Casas del Campo. Superada la Edad Media, se fomentó en nuestras áridas y salobres tierras la producción de barrillas, que se plantaron durante los siglos XVI y XVII para exportar sus cenizas y fabricar la materia prima vítrea. Más cercano en el tiempo tenemos las fábricas y talleres de vidrio contemporáneas, como las afamadas Cristalería Soler, Vidriarte o Ponsoda. Sería ahora harto extenso referir ejemplos vítreos notorios antiguos y actuales que viven y adornan nuestra ciudad. Un breve repaso nos percatará que cuán importante es el vidrio. Sin el vidrio por ejemplo no se hubieran podido realizar las vidrieras de la iglesia de Santiago, los lucernarios isabelinos de la Casa del Festero, la Casa Palao, o los modernos de la Casa de la Cultura y la rutilante pirámide anexa a la Plaza de Toros. Y ¿qué decir de las botellas de vino villenero o del Katakí? Bebidas vernáculas cuyo auténtico sabor se ha preservado durante lustros gracias al incoloro insípido, reciclable y bello vidrio.

Josep Menargues Giménez
Técnico del Servicio de Arqueología