QUICIALERA. Convento de San Francisco (Villena, Alicante). Edad Moderna. Siglo XVII.
Descripción formal: Piedra plana de contorno irregular y color beige. Presenta como característica principal una entalladura en forma de doble cola de milano con una perforación circular central para anclar el pernio de una puerta.
Descripción técnica: Bloque pétreo de mármol, con marca de doble cola de milano labrada en la cara superior; la superficie pulida o alisada, excepto en la cara inferior que no está trabajada. Dimensiones del bloque: longitud: 35 (longitud) x 45 (anchura) x, 10 (grosor) cm. Dimensiones de la entalladura: 12 (longitud) x 6,5 (anchura máxima); diámetro de la perforación: 2 cm; profundidad: 3 cm.
Procedencia: se descubrió en las excavaciones efectuadas por el museo arqueológico José María Soler en 2009, durante las obras de remodelación del espacio ajardinado del Paseo Chapí. Gracias a la intervención arqueológica se localizaron los restos de las edificaciones del extinto Convento de San Francisco, del cual se pudieron documentar las cimentaciones del claustro, la iglesia y una hospedería. La pieza que presentamos formaba parte de un pavimento enlosado de una de las dependencias situadas al noroeste del claustro, a la izquierda de la entrada principal; se halló justo debajo de una jardinera del parterre, al sur de la fuente escultural dedicada al célebre compositor Ruperto Chapí.
Funcionalidad: su función viene determinada por la entalladura que presenta. Posiblemente, se utilizó como quicialera para anclar el eje metálico fijo sobre el que giraría la hoja de una puerta.
Contexto histórico: Aunque queda claro que se trata de una quicialera post-medieval, la particular forma de su rebaje recuerda hendiduras del periodo clásico del tipo doble cola de milano, documentadas en multitud de sillares griegos y romanos. Los constructores, tallaban colas de milano en los sillares y los colocaban con las hendiduras enfrentadas (doble cola de milano), con el fin de “graparlos”,sujetarlos correctamente. Las marcas de cola de milano se rellenaban con plomo o bronce fundido, dando como resultado una grapa con forma de pajarita. Este tipo de uniones evitaban los desplazamientos laterales y las rotaciones de las piedras. Son muy abundantes en obras hidráulicas, como puentes, presas y diques, aunque también se recurría a ellas para reparar estatuas fragmentadas, molduras o cualquier otra obra esculpida.
A pesar de la similitud del entalle de nuestra pieza con los de cronología romana, presenta varias diferencias. En primer lugar, la doble cola de milano se halla completa en un mismo bloque; por otra parte, la profundidad del entalle es bastante menor que en las piezas antiguas, con lo cual resultaría difícil verter cualquier tipo de metal fundido. Así pues el rebaje resultaría ineficaz para unir ningún tipo de bloques pétreos. Aunque no hemos encontrado paralelos exactos, varias pistas ayudan a esclarecer su naturaleza y función. La primera es su localización, sobre un pavimento en la línea de pared de una de las estancias del ala norte del claustro. La losa formaba parte de un piso realizado con una serie de piezas heterogéneas, en las que abundaban las losas cuadrangulares de roca triásica, denominadas del Tio Simón, junto a otras calizas de procedencia diversa. Otra señal significativa es la escasa profundidad de la marca y del agujero central, lo que le convierte en el espacio idóneo para alojar una pletina de similar forma, dotada de casquillo de metal de unos 3 cm. Es decir, el espigón se insertaba en una especie de tejuelo del quicio que facilitaba la rotación de un pesado portón. La entalladura impediría que se desencajara el pivote con los movimientos de la puerta.
Estado de conservación: Regular. La pieza se halla fragmentada en parte de su contorno. La cara posterior presenta restos de argamasa de cal.
Luz Pérez Amorós
Josep Menargues
Técnicos del Servicio Municipal de Arqueología Patrimonio (SEMAP)
BIBLIOGRAFÍA SUMARIA
Adam, P. (1996): La construcción romana. Materiales y técnicas. Ed.: León : Editorial de los Oficios. León.
Hernández Alcaraz, L., Pérez Amorós, L. (2011): «El convento de San Francisco de Villena, noticias históricas y hallazgos arqueológicos». Sancho García de Medina y el Arcedianato de Villena. Política, fe y cultura en torno al Renacimiento levantino, ed. Inocencio Galindo Mateo. Ayuntamiento de Villena, pp.349-385.
Torres Balbás, L. (1956). “Quicialeras hispanomusulmanas”. Al-Andalus, v. XXI ; pp. 98-117.
FOTOGRAFÍAS
Archivo fotográfico del Museo de Villena
https://cutt.ly/wwxsuQxv
FONDOS
Museo de Villena