Atifle. Castillo de la Atalaya (Villena). Edad Media / Moderna
Descripción formal: trípode en forma de triángulo con las patillas de sección triangular, acabadas en pico, a modo de cresta.
Descripción técnica:. Dimensiones: 6 X 10’5x 3,’5 cm. Materia prima: arcilla anaranjada. Consta de tres pies de similar factura y tamaño, unidos a un centro por uno de sus extremos. La pieza presenta tres pegotes de vidriado rojizo en cada uno de los vértices de los pies, distanciados entre ellos unos 7 cm.
Procedencia: posiblemente hallado en el Castillo de la Atalaya. Donación anónima.
Funcionalidad: Elemento fabricado con barro refractario propio de alfares. Los atifles formaban parte del equipamiento auxiliar de los artesanos. Se utilizaba en los hornos, donde se cocían productos esmaltados, como soporte y separador entre platos, jofainas y cuencos, para evitar que se pegasen entre ellos. Se colocaban superpuestos en pilas de vajilla, estando el primero de ellos apoyado sobre uno de los estantes refractarios del horno y sosteniendo un cuenco, plato, etc. El segundo iría dispuesto en la concavidad de la pieza con el fin de sustentar a otra en orden ascendente. Y así sucesivamente hasta el número de cacharros que la altura del horno permitiese. Las alfarerías dedicadas a vajillas de bizcocho no necesitaron de estos utensilios, dado que los cacharros de barro común no corrían el riesgo de soldarse.
Contexto histórico: Los atifles recibieron también los nombres de trébedes, trípodes, caballetes, patas de gallo, ferrets y otros, según las variantes formales y las zonas alfareras. Desde el punto de vista arqueológico, su presencia en cualquier excavación se tiende a relacionar con actividades cerámicas. Son objetos difíciles de catalogar,ya que su morfología apenas ha variado a lo largo de los siglos. Cronológicamente, los separadores antiguos más comunes en entornos urbanos, se suelen situar, en general, entre el periodo islámico y la edad contemporánea, dado que ha sido en este lapso cuando la producción de fino y loza esmaltada ha tenido mayor repercusión. No obstante, recientes estudios han detectado su presencia ya en época ibérica ss. IV-III aC., como sucede en el yacimiento de Cal Pons en Pontons (Tarragona). En este caso concreto, parece ser que se utilizaron discos separadores para colocarlos en la cocción de grandes ánforas. Junto a los atifles o trébedes se han documentado otros artefactos parecidos pero dotados solo con dos pies. En realidad, la variedad tipológica es muy elevada, dependiendo de las características de las piezas que se iban a cocer. Por ejemplo, se utilizaban discos de variados tamaños, dotados de una protuberancia o “mamelleta”, como separadores de azulejos, ladrillos esmaltados y otras piezas planas, y, también se usaban estructuras cerámicas portátiles dotadas de estantes o pisos con pequeños clavos de apoyo de las piezas.
Los atifles eran piezas de barro hechas a mano. Su diseño no era estandarizado, por lo que prácticamente cada alfarero tenía su particular forma de realizarlos. Los de tres patas procedían de un rollo alargado o churro de barro que se cortaba en tres partes que se unían por opresión. En este sentido el atifle de la Atalaya resulta muy ilustrativo ya que aún muestra las improntas de los dedos del artesano y la junta de unión del acoplamiento entre las tres partes. Con todo lo dicho, sería fácil deducir que existió un alfar en el patio del castillo de Villena. Ejemplos en recintos y contextos urbanos los encontramos en el interior del circo romano de Toledo, en la Arixaca de Murcia o en la Valencia musulmana. Sin embargo, resulta más factible pensar que esta pieza llegara a nuestra ciudad adherida en alguna remesa de cuencos, escudillas o platos de los que regularmente se encargaban a los obradores de Manises, o, sin ir tan lejos, de la cercana villa de Biar, donde ya se producían vasos barnizados en el siglo XVI.
Estado de conservación: Pieza completa, con algunas erosiones y desgastes debido a una exposición prolongada a la intemperie.
Josep Menargues
Arqueólogo. Técnico del SEMAP.
BIBLIOGRAFÍA SUMARIA
Aguado Villalba, J. (1983): La cerámica hispano-musulmana de Toledo. CSIC. Instituto Provincial de Investigaciones y Estudios Toledanos. Madrid.
Coll Conesa, J. (2008): La Cerámica Valenciana. (Apuntes para una síntesis). Coleccionable de la Asociación Valenciana de Cerámica. Manises.
Soler García, J. M. (1993): “La cerámica medieval de Villena”. IV CAME, t. III: 817-823. Alicante.
Schütz, I. (1991): Cerámica valenciana. La Loza de Biar. Centro Agost. Museo de Alfarería.
https://www.histgueb.net/cacharreria/index.htm
https://cutt.ly/S7efYw5
https://cutt.ly/N7efHJS
https://cutt.ly/u7tVGOw
https://cutt.ly/Q7tV3Sp
https://cutt.ly/u7t6Rut
Fotografía:
Lola Vidal
Fondos:
Museo de Villena.