OBJETO DEL MES, enero 2023

PUÑAL. Castillo de la Atalaya (Villena). Siglo XIX.

Descripción formal: Empuñadura en forma de barrilete, cuyo cuerpo central está formado por columnas alternas de latón, algunas de ellas recortadas en zig-zag, y seis en hueso. Presenta dos virolas troncocónicas de latón decoradas con perforaciones y varias líneas paralelas. Cruceta recta de pletina de latón sin remates ornados. Hoja de acero al carbono con una caladura longitudinal de unos 2’5 cm hacia el centro, a la que se colocó una lengüeta de latón con dos perforaciones en sus extremos.

Descripción técnica: Herramienta de corte y arma blanca. Longitud total: 27’5 cm. Longitud de hoja: 17’4 cm. Ancho máximo de la hoja: 2’3 cm. Metal de hierro forjado, recortado y cincelado.

Procedencia: Al parecer, según informaciones verbales de José Ibáñez “El Soli”, se encontró de forma casual en el patio de armas del Castillo de La Atalaya.

Cronología: por criterios estilísticos y morfología hay que situarlo a inicios o mediados del siglo XIX.

Estado de conservación: En general regular. El mango se halla en estado aceptable con los elementos de hueso y latón bien conservados. La hoja, en cambio presenta una severa oxidación y pérdida de metal, en especial en la punta donde se presume faltan unos cm de su longitud original.

Funcionalidad: defensa personal, caza y cocina. Algunos puñales muy ornamentados se utilizaron también como abrecartas de lujo. Funda desaparecida.

Contexto histórico: Los puñales y cuchillos se encuentran entre las más remotas herramientas de la humanidad. Servían para cortar, perforar, trinchar alimentos, pieles, madera, así como para defensa personal. En la prehistoria se fabricaron de piedra, sílex, cobre, bronce y otros metales y aleaciones blandas. A partir de época ibérica se generaliza el hierro acerado. Cuchillos y puñales se parecen. El puñal se diferencia de forma básica del cuchillo en que su hoja consta de dos filos a diferencia del primero que solo posee uno. Aunque sin marcas identificativas, nuestro ejemplar procede indudablemente de alguno de los prestigiosos talleres cuchilleros de Albacete. Los gremios de cuchilleros en esta ciudad se remontan al menos al siglo XV. Las distintas leyes que restringían la posesión de espadas a la nobleza, especialmente a partir del siglo XVIII generaron una gran demanda de puñales y navajas entre las clases humildes sobre todo en los siglos XIX y XX. Aunque no existen dos puñales idénticos, debido a que eran artesanales, el tipo estudiado fue muy popular conocido y extendido en la meseta y costa mediterránea valenciana. Muchos de ellos aún se descubren en escondrijos de los forjados y huecos de las chimeneas de las casa antiguas.

Josep Menargues
Arqueólogo. Técnico del SEMAP.

Fotografia:

Fondos del archivo fotográfico MUVI.

BIBLIOGRAFÍA SUMARIA

MARTÍNEZ DEL PERAL FORTÓN, R. y PASCUAL LÓPEZ, M. (2009): Cuchillos de Albacete. Tesoros de tres siglos. MCA. Albacete.
VV. AA. (2002): Cuchillería. Arte y patriomnio de Castilla la Mancha. Colección APRECU. MCA. Albacete.
VV. AA. (2007): La cuchillería española. Colecciones del museo de la cuchillería de Albacete. Exposición itinerante del MCA. Thiers – Solingen. Albacete.